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Un año más…

Un año ya desde la última vez que escribí en este blog; parece que ha pasado una década.

Oteando el valle

Y es que en un año pueden pasar tantas cosas que la memoria y la mente no tienen tiempo de asimilarlo todo, más ahora que una pandemia ha reescrito el presente y el futuro del ser humano.

En mi reducido círculo, dos personas de esas que hacen una parte relevante de mi vida se han ido y he de aprender a vivir con su recuerdo y no con su presencia, e intentar dar lo mejor de mí para demostrarles que no estaban equivocados, que todo su apoyo germinó en una voluntad de hacer lo mejor posible las cosas.

Paso de la ISS durante un eclipse de luna

El último trabajo audiovisual no aspira a más que ser una ligera muestra representativa de los últimos 12 meses de salidas nocturnas, incluido un buen trecho confinado en un piso en el centro de una ciudad como Vigo, y recoger algún destello de emoción, como aquella noche que esperábamos impacientes la salida de la luna eclipsada en el lago o aquella en la que conducimos dos horas hasta un parque natural de cielo inmaculado para acabar viendo una danza entre la niebla surgida del embalse y la luna que dotaba a esta de fascinantes halos.

«Omega, A year of Nights»: https://youtu.be/hpC_1M0A1mE

Perseida en Orión

El personaje sorpresa que no aparecía en el guión el verano pasado ha sido el cometa Neowise, que nos obligó a madrugar durante un par de semanas pero que dejará una huella imborrable, ahora que va camino de algúm lugar desconocido, morada de aquellos que ya nos han dejado.

El cometa Neowise sobre las Islas Cies